El barquito se termina de hundir. Ya hacía aguas hace unas semanas cuando se desató un oleaje de deserciones de las filas de Por Ti Callao. Lo poco que quedaba de esta nave electorera se estremeció por el escándalo de la publicación de tarifas de diez mil soles para ser precandidato. Ahora se va a pique por las pugnas internas que han puesto con un pie en la calle a su fundador Pedro López, en abierta disputa con sus antiguos aliados políticos.
Mediante la Resolución 045-2018, el Directorio Ejecutivo Regional del Movimiento Por Ti Callao ha desautorizado a su electo presidente Pedro López y ha declarado improcedente e ilegal su convocatoria a una asamblea general extraordinaria para este 27 de abril, que tenía como fin revocar a dicho Directorio, al Comité Electoral y a los personeros, para elegir a otros en su lugar.

Además, Pedro López se había propuesto conseguir que se le faculte presentar ante el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) los directivos inscritos por mayoría simple.
La resolución firmada por el director ejecutivo regional de Por Ti Callao, Juan Carlos Alvarado, señala que Pedro López no solo no está facultado a convocar a una asamblea general extraordinaria, sino que además a la fecha no ha juramentado a su cargo como presidente del movimiento ni ha recibido las credenciales respectivas de parte del director ejecutivo regional, como establece el artículo 23 de su estatuto.

Pero además de esta resolución, firmada con fecha 25 de abril, este 26 llegó al domicilio de Pedro López una carta notarial firmada por Alvarado, en que este le reclama por actuales y pasadas conductas infraternas.
CARTA BAJO LA MANGA
El director ejecutivo de Por Ti Callao le recuerda al “hermano” Pedro López, pretendiente del sillón municipal provincial chalaco, que llevan 32 años en la brega política y que fue él quien lo sostuvo en el cargo las tres veces que fue alcalde de La Perla. También le enrostra haberlo apoyado en los momentos en que López perdió toda influencia en el movimiento que fundó, tomado por otras facciones dedicadas a “intereses subalternos”.

Alusiones nada inocentes sobre la estrecha cercanía a su pasado político. En otras palabras, Alvarado le dice que le conoce todo, como se aprecia cuando le reprocha que, en las pasadas elecciones generales, literalmente López abandonó el barco –símbolo de Por Ti Callao– declinando a todos sus cargos e incluso renunciando al movimiento y dejándolo a la deriva para “irse a una aventura electoral, buscando llegar sin mayor éxito al Congreso de la República”.

Pese a ello, señala el actual director ejecutivo del barquito a punto de hundirse, fue él quien logró que el fundador retorne a Por Ti Callao a pesar de la oposición de la propia gente de López, que no lo quería ver ni en pintura. Ahora, es Alvarado mismo quien lo pone con un pie en la calle. Lo llama a recapacitar, a abandonar los malos asesores que estarían empujándolo a realizar un verdadero golpe de Estado en el partido y lo responsabiliza de cualquier decisión que la autoridad electoral pueda tomar impidiendo la participación de Por Ti Callao en las elecciones de octubre próximo.
EL BOTÍN ELECTORAL
Este lío interno es el fiel reflejo de cómo se ha venido manejando esta agrupación que pretende dirigir los destinos del primer puerto del país. Por un lado, Pedro López valiéndose de su calidad de fundador, tratando de seguir manejando el movimiento como su chacra. Por otro, sus correligionarios desconociéndolo públicamente y sacándole los trapitos al sol.
Por estas dudosas prácticas en la democracia interna de esta agrupación, personajes como Victor Zea desertaron con afirmaciones como esta en sus redes sociales: “Cada quien elige su camino, y yo elijo no seguir con Por Ti Callao. He estado pidiendo replantee la política de campaña, reevalúen a los candidatos y que se alejen de personajes oscuros”.

“Todo cayó en saco roto, bueno el pedido era por la preocupación que existe al tener dos candidatos que son proveedores de las municipalidades, dos empresarios con márgenes de rechazo en la población y personajes que están ingresando como coordinadores en los distritos y la población sabe cuál es su origen”, señaló Zea.
“Dios perdona el pecado, pero no el escándalo, y lo que vemos, en su momento será un escándalo”, dijo también, vaticinio que se va cumpliendo al pie de la letra.
Otros precandidatos que dejaron el barquito antes de hundirse fueron el exalcalde de La Punta, Wilfredo Duharte Gadea, quien anunció su retiro “por motivos personales”. También lo hizo el candidato a la alcaldía distrital de La Perla, Víctor Castro Quintanilla, quien ahora es candidato de Podemos Perú.
Pero así como algunos se lanzan del barquito a tiempo, otros han sido desembarcados. Ahí están los casos de Daniel Malpartida y Eugenio Córdova, quienes aparecían como candidatos a la alcaldía distrital de Bellavista hasta que reapareció el exalcalde Guillermo Danessi asegurando: “Tengo la palabra del Dr. Pedro López y yo seré el candidato”.

El origen de las pugnas puede rastrearse, sin duda, hasta el botín electoral, como se comprueba con la Directiva N° 001-2018 firmada por el mismo Directorio Ejecutivo Regional que ahora increpa a López. Este documento, en su punto IX, sobre Costas Electorales, establece tarifas para ser precandidato que van hasta los diez mil soles en el caso de los aspirantes a gobernador, vicegobernador o alcalde.