A través de un comunicado remitido a Tiempo Real, la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco admitió haber otorgado la autorización para el BBVA Champions 2019, que se celebró el pasado 7 de febrero, y en cuyo armado falleció el trabajador José Dolores Chávez Delgado, víctima del impacto de un bloque metálico que se desplomó desde una altura de diez metros.

 

El comunicado señala que el 6 de febrero, durante la segunda visita de inspección realizada por el arquitecto Max Flores Vena (inspector técnico de seguridad en edificaciones acreditado por el Ministerio de Vivienda), se verificó el cumplimiento de las recomendaciones sobre los elementos estructurales realizadas en la primera inspección del 23 de enero, así como el mobiliario según el plano para unas 700 personas y la instalación de los extintores operativos.

Comunicado de la Municipalidad de Surco. Admite haber dado la autorización a los organizadores para que se realice la fiesta del BBVA. Solo omitieron un “pequeño” detalle: la muerte del obrero.

En mérito a ello, el perito de la Municipalidad de Surco consideró que todo había quedado expedito para la realización de la fiesta, al día siguiente. Solo un “pequeño” detalle: según el comunicado, la empresa organizadora no les informó que durante la “implementación de los elementos estructurales” a los que se alude, uno de estos elementos –una pesada abrazadera– cayó y mató al obrero.

EXTRAÑA CARTA SUICIDA

El comunicado llegó acompañado de una “Carta de Responsabilidad” estructural suscrita por Eleuterio Rojas Rocha, gerente y propietario de la empresa Q’ Diseños Toldos y Estructuras SAC, a la que Coreback habría subcontratado para el levantamiento de las estructuras, y el ingeniero Raymundo Choque Muñante. La carta está fechada 10 días antes de que se presente la solicitud de inspección, pero no presenta fecha visible en el sello de recepción municipal.

Este simple documento, que envía el municipio junto con su comunicado, se presenta como un “informe estructural” y “garantía de estabilidad y seguridad de las personas que acudirán al evento” porque de acuerdo con su propia evaluación “cumple con el Reglamento Nacional de Edificaciones”.

La que podría ser considerada una extraña carta suicida. La empresa de toldos y un ingeniero “garantizan” la seguridad sin haber armado las estructuras.

Lo extraño del caso es que, en esta carta, tanto el ingeniero como el dueño de la empresa de toldos, aseguran asumir “toda la responsabilidad civil de la obra” y firman “a solicitud del interesado”, que no se conoce cuál sea porque no hay destinatario a la vista. Más aún cuando en el TUPA correspondiente para la evaluación municipal no se contempla como requisito la presentación de ningún documento de este tipo.

¿QUIÉN ES EL ORGANIZADOR?

Por otra parte, si bien el municipio de Surco indica en su comunicado que fue la empresa de toldos quien solicitó la inspección y recibió el informe de evaluación técnico de seguridad, no ha aclarado si esta misma empresa es la que recibió la autorización, que se trata de un trámite completamente distinto.

Eso resultaría muy difícil pues. de acuerdo con el TUPA 9.15 de esta jurisdicción, conseguir la autorización demanda, además del informe técnico, otros requisitos, como son: contrato con el artista (que en este caso fue el colombiano Fonseca, que tendría que haber suscrito BBVA o Coreback), con el local (el Jockey Club), con la seguridad del evento, entre otros, que no competían a la empresa de toldos. ¿Entregó esos documentos la empresa de toldos o fue otro quien lo hizo?

José Chávez Delgado. Por alguna razón nadie quiere hablar de su muerte, pero esta plantea una serie de preguntas sobre la seguridad de las estructuras en los eventos y megaeventos. Ojalá otra tragedia no obligue a recordarlo.

¿Quién es el verdadero organizador de la fiesta de premiación a los trabajadores del BBVA? ¿A quién realmente se le otorgó la autorización? Eso deberá responderlo la Municipalidad de Surco, pues la consulta fue hecha sin respuesta aún.

Y es importante saberlo, porque eso permitirá establecer si el ocultamiento de la información sobre la muerte del obrero fue obra solo de la empresa de toldos o acaso le ha tocado inmolarse para que la responsabilidad ética, administrativa o penal no trepe más arriba.

QUIEN CALLA, OTORGA

Lo cierto es que, hasta el momento, ni el BBVA ni la empresa Coreback han accedido a pronunciarse sobre los hechos. Ni media palabra confirmando o desmintiendo que estuvieron al tanto de la tragedia que enluta a una familia peruana y aun así prosiguieron con la producción de la fiesta. Parece que, según la persona, la vida no vale nada.

Por otra parte, el accidente fatal que sufrió José Chávez Delgado plantea importantes preguntas acerca de las condiciones de seguridad en que se realiza el armado de estas estructuras temporales para eventos y magaeventos, y el grado de formalidad o informalidad con que se desenvuelven las empresas del rubro, sobre todo cuando hay de por medio una guerra de precios. Este habría sido el caso.

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