El papa Francisco, quien llegó el lunes a Chile para realizar una gira de tres días, rompió por primera vez el protocolo en esta visita para acercarse a saludar a los cientos fieles que le aguardaban frente a la sede de la Nunciatura Apostólica en Santiago, donde se alojará en su estancia.

El Pontífice recorrió en papamóvil el tramo final del trayecto desde el aeropuerto internacional de Santiago a la Embajada de la Santa Sede, donde se agolpaba la multitud para saludarle.

El papa Francisco y la presidenta Michelle Bachelet. (Foto: ACI prensa)

Francisco lucía cansado cuando fue recibido en la terminal aérea por la presidenta Michelle Bachelet, tras un viaje desde Roma de más de quince horas.  Pero cuando a mitad de camino abandonó el automóvil cerrado que le trasladaba desde la terminal aérea y se subió al papamóvil, su expresión cambió, al ver a las miles de personas dispuestas a lo largo del recorrido que le vitoreaban.

El Pontífice besó bebés, escuchó pacientemente a mujeres y ancianos, bendijo a enfermos y recibió estampas, fotografías y recuerdos de las personas que llevaban varias horas esperando su llegada a la sede de la Nunciatura Apostólica, situada en el céntrico municipio de Providencia.

Día 2

— Saludo a Piñera

El papa Francisco saludó este martes, en su primer discurso durante su visita a Chile, al presidente chileno elegido en las recientes elecciones, Sebastián Piñera, que tomará posesión del cargo en marzo próximo.

Francisco, que el jueves se trasladará a Perú, pronunció un discurso ante las autoridades del país en el palacio de la Moneda, tras ser recibido por la presidenta saliente, Michelle Bachelet.

En su alocución, el Papa agradeció en primer lugar a Bachelet sus palabras y quiso saludar “al pueblo chileno desde el extremo norte de la región de Arica y Parinacota hasta el archipiélago sur”.

Antes del discurso, Francisco había saludado a las autoridades, entre ellas a Piñera, les había estrechado la mano y entregado un pequeño regalo.

—Visita cárcel de mujeres

En medio de cantos y emocionados aplausos de cerca de un centenar de reclusas, el papa fue recibido en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, en el sur de Santiago, donde saludó afectuosamente a las internas, muchas de ellas cumpliendo una condena con sus hijos de corta edad.

“Ser privadas de libertad no es lo mismo que estar privado de dignidad. La dignidad no se toca a nadie, se cuida, se custodia, se acaricia. Nadie puede ser privado de la dignidad”, sostuvo Francisco, en uno de los más emotivos discursos de su visita a Chile.

El pontífice pidió no “transformarse en cosas” y pidió a las reclusas recordar siempre que son personas y “no un número”, para así evitar que la esperanza en sus corazones se pierda.

Asimismo, destacó los programas de reinserción social para las internas de la cárcel, a quienes llamó a aprovechar esta posibilidad que para ellas significa la esperanza de salir adelante de la situación en que viven.

El papa argentino estuvo acompañado por la presidenta saliente, la socialista Michelle Bachelet, quien aplaudió en varias ocasiones el emotivo discurso.

—Abusos sexuales

Francisco manifestó su “dolor” y “vergüenza” por los abusos perpetrados por religiosos a menores y que han mancillado la imagen de la Iglesia católica.

“No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”, dijo el Sumo Pontífice en el palacio de La Moneda, en medio de los aplausos de los asistentes.

“Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se repita”, dijo en su discurso.

Fuente: Agencias

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