Los accidentes en el Perú son pan de todos los días. Y lamentablemente se siguen contando muertos en pistas y carreteras sin que las autoridades se planteen cambios apropiados para acabar con la informalidad en el transporte interprovincial, que enluta a familias de toda condición socioeconómica.
De acuerdo con los especialistas, el gobierno debe declarar en emergencia el transporte interprovincial para supervisar y regular su infraestructura, empezando por los terminales y los paraderos informales.
En el transporte interprovincial y en los terminales informales –como el de Fiori– lo que circula con velocidad es la corrupción, y se multiplican cada año a vista y paciencia de las autoridades. A eso se suma la delincuencia, basura y falta de seguridad que rodean estos pseudo terminales, que usan calles y avenidas como estaciones de buses.
Este problema tiene su raíz en la desregulación del sector que se implementó hace 30 años para fomentar mayor competencia en este mercado y un desarrollo más eficiente, pero se logró poco o nada y tenemos a la vista una grave y permanente accidentalidad, que es la expresión más dramática y costosa de este problema.

Según el especialista, Carlos Villegas, presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito (Aviactran), un 70 por ciento de los terminales de empresas de transporte interprovincial y de carga registrados en el Perú son informales. En otras palabras, no cuentan con licencia de funcionamiento y carecen de patios de maniobras, por lo que sus buses pululan por las calles, lo que genera más caos vehicular.
Urge entonces declarar en emergencia los terminales y el transporte interprovincial. con verdaderos controles previos, efectiva fiscalización, revisiones técnicas reales. Acabar con la corrupción que se ha enquistado en el sector y que no permite contar con un transporte ideal, salvo raras excepciones.
El punto de partida es contar con pocos terminales de clase mundial, que cumplan con las condiciones mínimas técnicas y de calidad y mejores redes viales a nivel nacional.