Con gran sorpresa del sector aeroportuario, Lima Airport Partners (LAP), concesionaria del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, hizo público un polémico comunicado de respaldo a la empresa de embalajes de maletas Safe Bag, a la que arbitrariamente nombró ganadora del concurso para brindar ese servicio a los usuarios, a pesar de que esta no cumplió con los requisitos solicitados y carga con una serie de cuestionamientos y denuncias en distintos países.

 

 


En su extraño comunicado, indica que “desde el 24 de junio de 2019, comenzó a operar en Perú y en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la empresa de embalaje de maletas Safe Bag, única empresa autorizada por LAP para ofrecer este servicio en este aeropuerto”. Lo que no aclara a la opinión pública es que el concurso ha sido impugnado ante el Poder Judicial por haberse cometido una serie de irregularidades en perjuicio del actual operador, la empresa Sinapsis, quien cumplió con todo lo estipulado en las bases del concurso y ofreció una mejor oferta técnica y económica.

Entre las irregularidades, Sinapsis ha señalado que en ocasiones sucesivas se realizaron alteraciones al calendario y cronograma sin cumplirse con los plazos previstos en las bases para esos casos. Pero, lo más importante, que Safe Bag no cumplió con el requisito de acreditarse como persona jurídica extranjera no domiciliada, ni nombró apoderados con las facultades señaladas en las bases, según consta en los documentos correspondientes de los Registros Públicos.

La medida judicial se encuentra actualmente en apelación, pues Sinapsis ha solicitado que se deje sin efecto el otorgamiento de la buena pro a Safe Bag, así como una indemnización por daños y perjuicios irrogados que incluyen daño a su imagen corporativa, por un monto no menor a los dos millones ochocientos mil soles.

Antes estos hechos, en otra instancia, Indecopi se ha pronunciado reconociendo que Lima Airports Partners detenta una posición de dominio en los servicios aeroportuarios, lo cual atenta contra la libre competencia. Por ello sorprende el apuro de LAP en publicitar a la cuestionada Safe Bag, en un comunicado que incluso resalta con entusiasmo una supuesta trayectoria mundial y capacidad técnica que no han sido sustentadas en el concurso, e incluso brinda contactos comerciales.

¿Por qué LAP hace caso omiso a la situación judicial, y no solo demuestra su posición monopólica atropellando las bases del concurso, sino que además respalda a una empresa con un historial cuestionado a nivel internacional, como se puede comprobar en distintas publicaciones y denuncias en Europa y los Estados Unidos, por situaciones muy parecidas a las ocurridas en el Jorge Chávez?

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