
Toño de ‘Pensión Soto’ contó a Tiempo Real cómo fueron sus inicios en el mundo del espectáculo y sobre cómo es el día a día de un actor fuera de los sets de grabación.
Por Lucía Mujica
Me esperaba afuera de una conocida tienda de artículos de tecnología, camino hacia el local donde lo entrevistaría me señaló dos motos y, como uno y uno suman dos, noté que el artista es fanático de las motocicletas. Luego me lo confirmó cuando escogía un cuadro para su casa dentro de una tienda de artículos para el hogar. “De niño mi papá no me llevaba a ver el fútbol, me llevaba a ver autos y motos. Él detestaba el fútbol”.
Carlos Palma se enamoró del arte cuando estaba en el colegio. “Estaba convencido de que quería ser abogado y luego diplomático, pero en cuarto o quinto de media, entró a mi colegio a enseñar teatro Armando Machuca, quien se convirtió en mi gurú. Fue él quien me introdujo al mundo de la comedia, de la impro, del claun. En lugar de hacer una obra de Shakespeare, nos animó a hacer una obra de clauns”.
“Quizás hubiese sido abogado como el que interpreta Jim Carrey en ‘Mentiroso Mentiroso’”, aseguró entre risas el actor.
Cuando sus padres supieron que ya no quería ser abogado, no lo apoyaron. “Mis papás pasaron por toda una escala de grises: desde no apoyarme hasta convertirse en mis fans. Ellos ven la serie [‘Pensión Soto’] todos los domingos, van a mis unipersonales, a todos los shows en los que me presento y me dan sus críticas constructivas. Se han enganchado mucho con el arte”.
Palma debutó en la pantalla chica en la popular serie ‘Al fondo hay sitio’; sin embargo, el personaje “no le gustó” así que decidió “dar un paso al costado”.
¿A qué personaje sí te ha gustado interpretar?
Puede sonar súper egocéntrico, pero el personaje que más me gusta interpretar es a mí mismo en un stand up comedy. Me encanta estar parado frente al público, pasándola bien, divirtiendo a la gente con mis historias.
TEATRO VS. TV
Para Palma, “en el teatro a diferencia de la televisión el feeling es distinto, se siente una adrenalina espectacular sobre la tarima. Cuando estás grabando y haces un chiste, el director dice ‘corten’ y ya está, nadie se rió. Recién cuando ves el producto hecho y alguien se ríe te das cuenta si fue divertido o no. En el teatro la respuesta del público es inmediata, ves si la gente la está pasando bien o mal, si se está riendo o no, te conectas con el público rápidamente”.
“En el set de grabación de la serie me doy cuenta de que una escena fue divertida cuando los técnicos se ríen. Si ellos se ríen, la escena va a ser un hit”, agrega.
ADAL RAMONES
Además de ser fanático de las motos, Palma también se declara fan del mexicano Adal Ramones.
“Cuando era adolescente—por el año 2000— no me perdía su programa Otro Rollo, tenía que verlo sí o sí. Diecisiete años después, lo conocí y tuve la suerte de abrir sus shows en el Perú, es un tipazo. Me preguntó cómo me fue con el público, tiene un nivel de apertura y de sencillez inmensa para considerar que le puede ir bien o mal en el escenario. Después me invitó a su camerino y nos pegamos una bomba. Si hay una forma de explicar el éxito para mí ese es el éxito”, finaliza Palma.