Perú no es un gran consumidor de café, menos aún de cafés de calidad. Las cifras actuales señalan que en los últimos años el consumo se elevó primero de 200 a 500 gramos y luego a 850 gramos per cápita, una cifra bastante lejana de los casi seis kilos que consume nuestro vecino Brasil. Paradójicamente, pese al bajo consumo interno, se viene posicionando como productor de cafés orgánicos, especiales y de calidad en el extranjero.
Hablemos claro. El mercado interno para el consumo de cafés de calidad no es el más óptimo. Tenemos por un lado un caficultor a quien se le paga entre 5 y 6,5 soles por kilo, precio que en la mayor parte de casos no llega siquiera a cubrir los altos costos de producción del café.
Por otro, este mismo caficultor se ve impedido de competir en un mercado inundado de productos importados a precios bajos, entre otras razones, porque ingresan libres de aranceles y tienen, además, suficientes espaldas para afrontar los costos financieros y logísticos que representa ingresar a supermercados y tiendas, con importantes inversiones en publicidad y marketing que logran el retorno esperado: 70 por ciento de peruanos consume estos productos.
En 850 gramos se sitúa el consumo per cápita de café en el Perú
Como no pueden afrontar estos costos para ingresar a supermercados o distribuidoras, y estar al alcance del consumidor interno, los productores y sus cafés deben esperar iniciativas estatales o privadas que pongan sus productos en vitrina. Así tenemos ferias regionales y municipales, actividades por el Día del Café Peruano, Ficafé (para cafés especiales), Expoalimentaria, Mistura (si logran ser parte de alguna representación de gobiernos regionales en el Gran Mercado) y Expo Café, entre otras.
Pero en esta ecuación también interviene el consumidor interno, con un perfil que prioriza el precio por sobre la calidad y la mejor calidad. Tarea pendiente para un Perú en que aún no se ha logrado que los consumidores paguen el valor (no solo el costo) de productos de calidad y gran calidad, como son productos emblemáticos con denominación de origen, entre ellos el pisco.
En ese sentido, la esperanza de los caficultores para lograr un precio justo, sobre todo en cuanto a los cafés especiales y de calidad, no está en el consumo masivo, sino en los nichos premium y, sobretodo, en el exterior.

Así, el Estado peruano, a través de diversos programas e iniciativas privadas, se ha abocado a buscar compradores en el extranjero. De 614 millones logrados en 2015, se subió a 759 millones en 2016. Este 2017 la meta es lograr los mil millones.
En este mes resaltan al respecto tres eventos: la segunda Feria Internacional de Cafés Especiales del Perú – Ficafé 2017, la primera edición peruana del concurso Taza de Excelencia 2017 y Expoalimentaria.
Taza de Excelencia es un concurso internacional de cafés de calidad que por primera vez se realiza en Perú. En la primera etapa se seleccionaron 92 –por encima de los 80 puntos–, de un total de 317 muestras presentadas a concurso. En la siguiente etapa se seleccionan los ganadores absolutos de la fase nacional, con 86 puntos como mínimo requerido para formar parte de una subasta electrónica mundial, en la cual se paga como base 5,5 dólares por libra de café (según las bases publicadas). Como muestra del éxito de esta subasta, se comentó el caso del café costarricense, que logró 12 500 dólares por quintal.
Puede ver el video de la entrevista a los organizadores de Taza de Excelencia aquí:
La segunda edición de la Feria Internacional de Cafés Especiales del Perú – Ficafé 2017 es una iniciativa que suma esfuerzos público–privados. Se realizará del 14 al 16 de septiembre en Villa Rica (Oxapampa, Pasco). Aquí se realizará la subasta internacional de Taza de Excelencia Perú. Se espera que este año visiten Ficafé unas quince mil personas, de los cuales más de tres mil serán especialistas y conocedores de café, y que además supere los 12 millones de dólares en ventas.
Finalmente, Expoalimentaria es la feria internacional organizada por ADEX, y este año va del 27 al 29 de septiembre. Esta enorme plataforma de negocios nacionales e internacionales, albergará nuevamente un salón dedicado al café y al cacao. El año pasado se destacó la participación de seis organizaciones de Satipo que representaban a dos mil caficultores de la zona del Vraem.